Adversativas: cuando ambas oraciones expresan ideas contrarias entre ellas. Suelen estar divididas por conjunciones adversativas como "pero" o locuciones adverbiales como "sin bloqueo".
Las oraciones subordinadas adverbiales modifican al verbo y se clasifican como los complementos circunstanciales de la oración simple:
«La oración tiene el poder de alterar en perfectamente lo que en la vida de otro modo sería una condena; la oración tiene el poder de rasgar un horizonte conspicuo a la mente y de agrandar el corazón»
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Cumplen las mismas funciones que los sintagmas nominales o los sustantivos en las oraciones simples, y pueden ser reemplazadas por sustantivos o pronombres como esto, aquello, eso
«La oración puede comenzar en la penumbra de una nave, pero luego termina su repaso por las calles de la ciudad. Y viceversa, puede manar durante las ocupaciones diarias y encontrar cumplimiento en la liturgia»
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«Quien reza no deja nunca el mundo a sus espaldas. Si la oración no recoge las alegríTriunfador y los dolores, las esperanzas y las angustias de la humanidad, se convierte en una actividad “decorativa”, una aire superficial, de teatro, una postura intimista»
El verbo de la oración puede contar con las siguientes estructuras que lo modifican o amplían su información:
«Aprendamos de Abraham a rezar con Seguridad, a dialogar, a discutir, pero siempre dispuestos a aceptar la palabra de Jehová y a ponerla en praxis. Con Todopoderoso aprendamos a platicar como un hijo con su papá»
«La oración no es un calmante para aliviar las ansiedades de la vida. Más admisiblemente la oración responsabiliza a oraciones cada individualidad de nosotros»
Las oraciones personales tienen un sujeto que realiza la influencia del verbo, que es el núcleo del predicado, por lo cual se prostitución de oraciones bimembres. Ese sujeto puede estar expreso o tácito:
«La oración es una cautiverio oraciones de vida, siempre: muchos hombres y mujeres que rezan, siembran la vida»
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